viernes, 10 de enero de 2025

Hoy es uno de esos días en los que simplemente quisiera echarme a llorar, pero no puedo darme ese lujo; entorpecería la vida de los demás. Dentro de lo posible, debo evitar ser una molestia. Sin ningún talento o habilidad sobresaliente, llevo una vida prestada. Debo mostrarme agradecido por los pequeños espacios donde se me permite habitar y procurar nunca sobrepasar sus límites. Cosas como descubrir mi identidad y perseguir mis metas están más allá de esos límites; son secundarias. Tan solo tengo estas cuatro paredes, y eso es suficiente. Con eso debo conformarme. No debo pensar más. Siento tanta rabia.

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